«A veces los adultos cuando crecemos nos olvidamos de dónde tenemos que buscar» (Hija, Ariel Andrés).
Ariel Andrés Almada es consultor, inversor y emprendedor social. Estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Palermo y realizó el Posgrado de Especialización en Marketing Avanzado en el Instituto Superior de Estudios en Administración y Negocios, (ISEAN). Ha trabajado durante más de una década, asesorando a diferentes entidades, tanto en el sector de la banca, como en el de los seguros, la tecnología o el consumo. Ha brindado conferencias por todo el mundo y ha publicado numerosos artículos en las principales revistas de negocios. Es autor de Marketing de crisis (2009), A través de la tormenta (2010) y La gran ventaja (2011), que conforman la denominada «trilogía de la crisis».
La historia de este autor con la Literatura parte de una ruptura vital, que le impulsó a abandonar su país, Argentina, y a reinventarse. «Estuve viviendo cinco años con la mamá de mi hija, en Alemania, lugar al que no me adapté. Cuando sufrí una parálisis facial, decidí que era el momento de volver a España, para recuperarme. Siempre he sentido este país muy cerca, en cuanto a cultura e idiosincrasia. Es la tierra de mi abuelo. Yo ya había residido quince años en Madrid, pero buscaba un lugar más tranquilo, donde no hiciera tanto calor». Y en esa nueva ruta, a través de la narrativa de ficción, recaló, en plena pandemia, en León, donde reconoce que ha encontrado el ritmo en el que desea moverse. «Fue Emma Varela, escritora leonesa de Literatura infantil, quien me invitó a descubrir la ciudad. Me enamoré del casco antiguo, de su arquitectura, de sus cafeterías… Fui conociendo su gente, tan auténtica, su provincia, y me quedé. Es un lugar perfecto para vivir».
Resulta curioso encontrar en León un consultor, que escribe para niños, aunque Ariel nos asegura que, realmente, es al revés: «Mi madre era profesora de Literatura, mi padre, periodista. Desde pequeño, siempre me gustó leer ficción. Cuando terminé mis estudios en el instituto, la orientadora del centro me dijo que debía encaminarme hacia disciplinas relacionadas con el Arte y las Humanidades. No sé cómo estudié Marketing, actividad que me gusta, pero aplicada a cosas que me gusten más. Creo, sinceramente, que mis libros se venden, no por su calidad literaria, sino por el marketing y las ilustraciones que acompañan a mis palabras», confiesa humildemente.
Su primera obra de ficción, Los cerezos en diciembre, publicado en 2011, por la editorial Comanegra, fue un libro para adolescentes, «que vomité en una noche». La historia constituye un homenaje a la entrega, al sacrificio del pueblo japonés, tras el terremoto de Fukushima. Tras este, le siguieron : La niña que caminaba entre aromas, El miedo de Iván, El faro de las almas y quizás, su relato más personal, Las alas de la mariposa, en 2015, en el que cuenta la historia de una muchacha, Clara, que sufre ataques de pánico.
En 2019, de nuevo bajo el amparo de Cuento de Luz, nació Hija, la primera de las cinco historias que conforman Amor de familia; un precioso relato, «escrito con el corazón» e ilustrado por Sonja Wimmer, ganador al año siguiente del Independent Publisher Book Award, «para leer a las hijas curiosas. A las soñadoras a las que les gustan las trenzas. A las que prefieren el pelo suelto. A las que se llenan la boca con mermelada. A las que hablan hasta estando dormidas. A las que miran en silencio y sonríen. A las que descubren el mundo detrás de las cosas más pequeñas».
En 2020, llegó a las librerías el segundo de la citada serie, Hijo, cuyas palabras iniciales nos sitúan también ante el camino de la vida: «Anoche tuve un sueño. Un sueño en el que llegabas a nuestro hogar con los ojitos apenas abiertos y un montón de preguntas en la punta de la nariz…». Hijo es el legado que se le deja a un hijo. Es un mensaje lleno de amor, puro e incondicional, de confianza hacia el niño que siempre nos acompaña y hacia nuestro corazón, el faro que sabrá guiarnos siempre que tengamos dudas o miedos, siempre que nos sintamos solos o perdidos: «Y si alguna vez la noche es tan oscura que ni siquiera ves la luz de la luna, entonces recuerda mirar en tu interior porque no hay mejor brújula que tu corazón». Acoger, proteger, descubrir, aprender, amar… Todo eso es ser padre y madre, sin olvidar, como nos recuerdan Ariel y Sonja, que en este viaje hacia la libertad «estamos hechos de sueños, y todos tenemos dentro el deseo de volar».
Hasta la fecha, el último regalo de esta compilación es Hermanos. Los hermanos juegan, se pelean, se abrazan, ríen y lloran, pero por encima de todo permanecen unidos, como notas que comparten una misma partitura, sin que importen «las tardes de tormenta y las sombras de la noche que vengan a visitarnos».
Tres libros para leer en familia, una y otra vez, en los que cada metáfora visual de Sonja Wimmer se convierte en una pequeña obra de arte. Considerada como una de las mejores ilustradoras del mundo y galardonada con numerosos premios internacionales, su capacidad de crear infinitos mundos de colores, así como la dulzura y la fuerza con la que traza cada línea nos acercan a nuestra infancia. No podemos imaginar las horas de soledad que hay detrás de cada proyecto, haciéndose «amiga» de la historia, jugando con el lápiz, bailando con los pinceles. El diálogo que esta artista establece entre el mundo emocional y el mundo lírico es prodigioso; leer sus ilustraciones es mantener viva, en nuestra retina, la historia, sintiéndonos parte de ese mundo poético suyo, en el que «ilustrar es aportar luz a la gente, hacerle reír, conmoverse, reflexionar y soñar».
En esta danza de palabras y colores que nos brindan Ariel y Sonja, la melodía la compone Cuento de Luz, la primera editorial en Europa, y la tercera en el mundo, que recibe, desde el año 2015, la prestigiosa certificación B Corporation, mención que distingue a las mejores empresas, en función del impacto socioambiental que estas ejercen sobre su entorno. Como su propio nombre revela, sus títulos, que han obtenido más de cien premios en Estados Unidos, buscan iluminar a pequeños y a grandes cómplices, que deseen embarcarse en una alocada aventura. Su filosofía se basa en una lectura en valores, que promueva la tolerancia, la multiculturalidad, la diversidad, la apuesta por proyectos solidarios, en países como Afganistán o Kenia, o el respeto al medio ambiente, compromiso que la editorial española no solo plasma en sus historias, sino también en sus procesos de producción. Como señala su fundadora, Ana Eulate, la compañía solo utiliza en la impresión papel de piedra, «procedente de la piedra caliza, uno de los minerales más abundantes de la naturaleza. Por eso la producción de este papel no conlleva tala de árboles, no necesita agua y no requiere productos químicos, porque su color original es el blanco». Un lienzo impermeable, extremadamente ecológico y sumamente sensorial, que estimula al tacto nuestra imaginación. «A los editores nos corresponde una responsabilidad en el contenido y en la calidad de los cuentos”, ha declarado Ana Eulate. «Leer es viajar, explorar; los cuentos pueden ayudar a los pequeños a formarse como seres humanos libres». Quizás por eso, para que el mundo sea un poco mejor, necesitamos navegar juntos por los mares de estos libros con alma.
En estas fechas de recuerdos y sorpresas, queremos desear a nuestro familia de lectores muchos momentos de fantasía e ilusión, con el anhelo de reencontrarnos en la magia de la lectura. ¡Feliz Navidad!
– Hija. Ariel Andrés Almada (Autor). Sonja Wimmer (Ilustradora). Editorial Cuento de Luz. Madrid. 2019. 32 páginas.
– Hijo. Ariel Andrés Almada (Autor). Ilustrado por Sonja Wimmer (Ilustradora). Editorial Cuento de Luz. Madrid. 2020. 32 páginas.
– Hermanos. Ariel Andrés Almada (Autor). Sonja Wimmer (Ilustradora). Editorial Cuento de Luz. Madrid. 2021. 32 páginas.