¡MUJERES QUE CUENTAN!
La memoria como terreno fértil, la voz como semillera grácil. La necesidad de recordar, permanecer, reivindicar y volver a ser. Qué regalo tan hermoso, tan fundamental nos han hecho a todas y todos Margarita Cueto Veiga y Nuria Sánchez Villadangos: un libro eterno, inmortal, cuya sabiduría aletea sin cesar página a página, sin dejar de recorrer silencios, espacios restringidos, censuras, cobardías y olvidos, dinamitando con belleza y rigor cada nivel de reconocimiento no otorgado. ¡Vivan ellas, vivan todas!
La vocación docente es aquí una traza ineludible: ambas, profesoras, apuestan por los materiales más didácticos, por la metodología que mejor aúna Historia y actualidad, la que nos permite a todas y todos acceder al re-conocimiento en torno a tamañas figuras femeninas indispensables para entender nuestra literatura, nuestro arte, nuestra filosofía, nuestra lucha social.
Siguiendo tal premisa nítidamente expositiva, hallamos perfectamente integrados en el formato final de la obra enviando estructuras externas e internas. La primera se refiere a una organización tan intuitiva como bella, cuidada al máximo centímetro del mimo y la dedicación: abanderada por Safo de Lesbos, cruzamos la bienvenida con Margarita y Nuria a nuestro lado, pues ejercerán de guías, de radiantes voces en off durante toda nuestra visita a este monumento de papel.
A continuación contemplamos la primera pieza de tributo y motivación expresa: el Prólogo (“A manera de prólogo entusiasta te cuento…”) de Nuria Capdevila-Argüelles, magistral en su faceta más presentadora, aún más brillante, entrañable en su implicación personal, desde la propia piel, desde la propia curiosidad de antaño. alerta hasta la fecha para seguir y seguir creciendo y haciendo crecer.
Después obtenemos una poderosa Introducción de autoras, donde Margarita y Nuria traspasan el concepto de invitación para emocionarnos, para cogernos de la mano y levantarnos de nuestra rutina, de nuestra comodidad, de nuestro conformismo. Pues ELLAS lo merecen todo.c
Audimos ahora, con tanto calor en nuestra espalda, al visionado de esas habitaciones tan encantadoras que han dispuesto las plumas de las escritoras y las fascinantes ilustraciones de Marta Ponce -qué delicia, Marta, de verdad, qué espectáculo-. La biografia de cada mujer nos sitúa en su contexto, su batalla particular, sus gustos y talentos, su manera de afrontar la vida, como si compartimos con cada una de ellas una mesa, un dulce y una charla.
La distribución tripartita de su ejemplo nos recompensa con magníficos apartados interconectados: Piensa, Recuerda, Atrévete, en una vez más grata demostración de la constante interpelación a los ojos lectores. Permanecemos en la acogedora estancia para ahondar en la relación entre la figura determinada y la Historia, cómo contribuyó, cambió, elevó, maravilló, abrió camino. Tras esta vitrina dorada hallamos otra tan valiosa: una muestra textual de sus manos, siempre acompañada de una impresionante ilustración, en ocasiones dedicada directamente al retrato de la visibilizada o también destinada a ofrecernos gráficamente una orientación estética sobre sus motivos afectivo filosóficos más notables.
Se reúnen en estas páginas veinte mujeres, de gran heterogeneidad en términos de identificación cultural y profesional, que atraviesan la Historia del siglo XX, iluminadas por orden alfabético a partir de la inicial de su nombre. La preciosa lista la componen: Adela Tejero Bedate, Alfonsa de la Torre y Rojas, Ángela Figuera Aymerich, Carmen Conde Abellán, Concha Espina y García Tagle, Concha Méndez Cuesta, Elisabeth Mulder Pierluisi, Ernestina de Champourcín, Lucía Sánchez Saornil, Luisa Carnés Caballero , Margarita Ferreras Lorenzo, Marga Gil Roësset, María Cegarra Salcedo, María de la O Lejárraga García, María Teresa León Goyri, María Zambrano Alarcón, Maruja Mallo, Pilar de Valderrama Alday Martínez, Rosa Chacel Arimón y Zenobia Camprubí Aymar.
Bajo el lema Caminando junto a ellas… nos introducimos en la siempre penúltima etapa de manifestación de los rostros de aquellas que aparentemente ignoradas: asistimos a una guía didáctica de valor incalculable, con dos partes diferencias en base a diversas actividades planteadas. La primera consiste en Educar para la igualdad. Formar para transformar ; la segunda abogada por Educar para pensar. Crear para recordar .
La bibliografía y las webgrafías consultadas, el impulso deudor del filósofo francés Gilles Deleuze como inspiración para nuestras maestras, así como otros pensamientos integrados en estos espacios finales, como los firmados por Paulo Freire o Will Durant, la asumida orientación de los contenidos hacia el ámbito de la Educación Secundaria ya desde el prólogo de Nuria Capdevila-Argüelles y la extraordinaria armonía fomentada entre texto e imagen son algunos de los ingredientes más significativos del excelente trabajo que desborda ¡Mujeres que cuentan!, que se convierte inmediatamente en un recurso indispensable para estudiantes, profesores, divulgadores y todos los agentes sociales implicados en la labor esencial de rescate de las voces de ELLAS.
Desde Altavoz Cultural deseamos agradecer de corazón a Margarita, a Nuria, a Marta, a Nuria y al equipo de Platero CoolBooks el enorme tesoro que han construido, ¡por ELLAS!, ¡por ellas!, ¡por nosotras!, ¡por nosotrxs! , ¡por sus voces y nuestras oportunidades para dotarlas de volumen!, ¡por la necesidad de no abandonar nunca las exclamaciones!
Altavoz Cultural.