«Con humor una sociedad puede avanzar más unida. El humor y el asombro de la infancia no se perderá al crecer».

El vigués Álex Mene debutó en la literatura infantil en el 2018, con el álbum A raíña das tortas , ilustrado por Blanca González Crespán y junto a esto, de nuevo, bajo el sello editorial de Alvarellos, acaba de publicar La encantadora de serpientes . A lo largo de estos años, este docente, con alma de fotógrafo, ha recibido numerosos reconocimientos por su labor no solo literaria, como el otorgamiento en el I Certamen de Literatura Infantil y Juvenil «Muíño do Vento», por Indómita ea semente da inmortalidade , el III Premio de Narración Breve Manuel Murguía o el Premio Carral, en 2021, por el poemario Os puntos do impacto , sino también cinematográfica, como lo atestigua el cortometraje realizado por su alumnado Unha illa no medio do mar, (Una isla en medio del mar), https://youtu.be/jQHpNM5LhSE, distinguido en 2022, en varios festivales.

Licenciado en Comunicación Audiovisual y doctor en Bellas Artes, Mene concibe la Literatura como un refugio: «Escribo para el lector que llevo dentro y para iluminar la oscuridad». Quizás por eso, cada uno de sus libros sea una pequeña luciérnaga, que resplandece en las tinieblas de la noche.

– Álex, A raíña das tortas es un cuento muy personal, que nos invita a cocinar en familia. ¿Qué recuerdos están asociados a los sabores de tu infancia? ¿Y qué libros conservas en la memoria de esos primeros años?

Recuerdo el hecho de que cada alimento o comida estaba vinculado a una época del año. Los turrones solo en Navidad y el roscón, en Pascua. a partir de mayo, comenzaban a vender en las plazas las frutas de verano: una semana llegaban los nísperos, otra los albaricoques, luego las fresas, las cerezas, la sandía, el melón… Para un niño al que le gustó especialmente la fruta , la llegada de la primavera y el verano era una fiesta. Ahora podemos acceder a cualquier producto en cualquier momento del año, lo cual tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes.

Los libros de mis primeros años fueron los cuentos clásicos y, más adelante, quedé fascinado por la literatura de aventuras de Verne, Salgari, Defoe, etc.

– ¿El relato es también una reivindicación de la necesidad de crecer en libertad?

Sin libertad no hay espacio para crecer en el terreno emocional y psicológico, solo se puede crecer físicamente.

– Resulta curioso que, con tu formación en Bellas Artes, acudas a otros compañeros para ilustrar tus propios libros. ¿Qué tiene de especial el trabajo con Blanca G. Crespán?

No descarto hacerlo algún día, pero, como eran mis primeros proyectos, me apetecía acometer la aventura en compañía. Con Blanca preparé las oposiciones del profesor, trabajamos juntos en nuestro primer destino, había complicidad entre nosotros y me gustaban mucho sus dibujos. Fue una cooperación natural que sigue fluyendo hoy en día.

– En 2019, vio la luz Indómita ea semente da inmortalidade . ¿Qué supuso para ti ese mismo año obtener el Premio «Muíño do Vento»?

Supuso el principio de una maravillosa aventura. Escribo desde pequeño, pero no había publicado nada salvo A raíña das tortas ( La reina de las tartas ), un álbum ilustrado con muy poco texto. Había enviado numerosos manuscritos a concursos y editoriales sin resultados positivos. Este premio fue, por un lado, una especie de reafirmación, al constatar que lo que escribía estaba bien hecho, ya que con tanta negativa empezaba a dudar de mi propio trabajo. Y, por otro lado, la posibilidad de publicar en una editorial que iba a mover y traducir el libro y que creía en el proyecto.

– Dos años más tarde, Indómita es traducida al castellano. Descubrimos, entonces, un precioso relato, que abordó el tema de la identidad, una historia de valentía, trabajo colectivo y sacrificio personal, protagonizada por una joven adolescente. ¿Es la Literatura infantil y juvenil una brújula para acercarnos a nuestro alumnado y transmitirles que, con nuestras acciones, podemos cambiar la realidad?

Sí, con el ejemplo de Indómita podemos explicar al alumnado en qué consiste la micropolítica , y cómo los actos mínimos o la forma en que actuamos día a día pueden tener un enorme impacto en la sociedad.

– «Mi nombre es Indómita. Tengo casi trece años y medio y estoy escribiendo este diario para dejar constancia de las cosas que suceden por aquí. Yo soy la exploradora de esta aldea sin nombre». ¿Creemos que lo que no se nombra no existe?

Es una reflexión interesante y abierta: el peso del silencio y el valor de la palabra. Utilizo los nombres en mi literatura con esa dimensión mágica que le otorgaron las culturas antiguas. ¿La aldea no tiene nombre porque no existe o no existe porque no tiene nombre? Esa es la pregunta.

– La obra, además, nos plantea un bello mensaje ecologista, de comunión con la naturaleza, con numerosos guiños a nuestro legado literario, al cine, a la tradición oral… ¿Puede haber un mañana sin entender el ayer?

Pasado, presente y futuro están interconectados. Tenemos que enfrentarnos al pasado para quitarle peso, para hacerlo más ligero y poder disfrutar del presente sin esa carga. Hay que vivir cada día como si fuera un instante precioso y, así, proyectaremos un futuro luminoso. Hemos padecido una pandemia mundial. Todos los veranos asistimos impotentes a incendios que arrasan nuestras tierras. Esto no puede seguir así. ¿Qué estamos haciendo mal?

– ¿Qué propiedades mágicas ha querido otorgar a ese ambiente onírico que nos transporta a un territorio, aparentemente inhóspito y olvidado del mundo, pero, sin duda, demasiado próximo a nosotros?

Un relato fantástico te permite, como narrador, la inconcreción espacial y temporal, y eso te otorga mayor libertad para contar lo que quieres sin corsés. También reflexiono sobre la manipulación informativa y las fake news . Desde fuera, desde la ignorancia, hay mil rumores sobre las cosas que pasan en la aldea. Una vez que entramos en la aldea, comprobamos que es similar a otras muchas aldeas. La única diferencia es que son inmortales, pero para las personas de la aldea es lo más normal del mundo, no le dan importancia y piensan que así será en todas partes. Solo lo valoran en el momento que lo pierden. Es una llamada de atención para valorar las cosas que tenemos.

– ¿«Es el peso de la soledad que seca la sabia de mi tronco y me oprime el corazón» el mal de esta sociedad?

Si. Estamos creando una sociedad más conectada a larga distancia, pero que ha descuidado las distancias cortas. Es más fácil relacionarse a través de las tecnologías que cara a cara. La novela es una reivindicación para repensar nuestras relaciones y apostar por una sociedad del cuidado. La soledad no elegida es también una pandemia de las sociedades modernas.

– «Vivimos en un mundo de no excéntricos, personas a las que se les niega la más simple individualidad…», afirmó Ítalo Calvino en una entrevista. ¿Cuánto hay del autor italiano en este relato?

Mucho. Calvino me marcó en mis años universitarios. Sus escritos hablan de caballeros inexistentes, de ciudades invisibles, de personas divididas en dos, de rapidez, de levedad… Compramos, vendemos y educamos al por mayor. Sin que el sistema tenga en cuenta las peculiaridades, las necesidades, los intereses o los talentos de cada persona. La administración tiene que flexibilizarse y aprender a ser más dinámica. Hay que reducir el número de alumnado por clase y empezar a enseñar desde ese lugar. Un lugar desde donde poder contemplar que cada persona es única, para facilitar y fomentar su implicación social. Se está desperdiciando mucho talento. Hay que apoyar, de forma más contundente, la investigación en todas las disciplinas.Y aportar los medios humanos y económicos necesarios.

– ¿La única forma de ser inmortal es ser Indómita?

Tal vez no sea el único camino, pero es uno de los posibles. Indómita significa querer saber, aprender, compartir, ayudar, transformar… A partir de aquí es cuando se puede trascender, a través del amor que damos a los demás. Entendido el concepto de amor como conocimiento y afectos que se comparten no solo con nuestros seres queridos, sino también con el resto de la sociedad.

– Has comentado en alguna ocasión que «la mayor parte de las veces las cosas no son como son, sino como tú las tomas». ¿Qué papel juega el humor en tus historias?

El humor es fundamental para enfrentarse a la vida, para sobrevivir a sus golpes. Además de diversión, el humor ayuda a cuestionar, a preguntar, a analizar, a criticar, a resituar, a aligerar… Con humor una sociedad puede avanzar más unida. El humor y el asombro de la infancia no se perderán al crecer.

– Carlos Casares, Rosa Aneiros, Diego Ameixeiras, Domingo Villar, Berta Dávila, Tamara Andrés… ¿Vive un momento, particularmente dulce, la Literatura en lengua gallega?

La literatura gallega es muy dinámica y diversa. El mercado editorial y el trabajo de la administración capaz potenciar más y mejor ese caudal de talento a través de iniciativas y estrategias que le mejorarán mayor visibilidad y recorrido.

Desde estas líneas, recomendamos a nuestros lectores a hacer propias las palabras de Álex Mene: «Non deixes que ninguén, nin ningunha circunstancia, che impida aprender a voar Colle aire e lánzate co mellor dos teus sorrisos. Voá». («No dejes que nadie, ni ninguna circunstancia, te impida aprender a volar. Coge aire y lánzate con la mejor de tus sonrisas. Vuela»).

Indómita y la semilla de la inmortalidad. Álex Mene. Bululú. A Coruña. 2021. 84 páginas.