«Aunque mi libro se dirige sobre todo al entretenimiento de chicos y chicas, espero que no por eso sea desdeñado por hombres y mujeres, ya que parte de mi preocupación ha consistido en recordar a los adultos con agrado lo que ellos mismos fueron una vez y cómo sentían y pensaban y hablaban, y en qué extrañas empresas se enredaban a veces ». ( Las aventuras de Tom Sawyer , Mark Twain).

Hay libros que forman parte de nuestra vida; libros a los que volvemos con los años, deseando atrapar en sus páginas el tiempo de la niñez, los veranos en casa de la abuela, una noche bajo las estrellas, el sabor de lo prohibido o aquellas tardes de sueños y libertad. Hay historias que viven, a través de nosotros, con nosotros, en el reino de la inmortalidad, esperando, simplemente, ser rescatadas de la nostalgia.

Samuel Langhorne Clemens, más conocido como Mark Twain, es uno de esos genios de la literatura norteamericana que ha dejado una huella imborrable en nuestra infancia. Para aquellos que crecimos con Tom Sawyer, Becky o Huckleberry Finn, reencontrarse hoy con estos tesoros de papel no solo constituye un intento por recuperar el paraíso perdido, sino también una forma de reconocer todo lo que de aventura hay en la vida. Y en esta travesía, no podemos hallar mejor capitán para surcar los mares de la fantasía que el mago de la ilustración actual. Desde que Antonio Lorente se licenció en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia, en el año 2010, su trabajo ha estado expuesto en las principales galerías de arte internacionales. Con un talento innato y una técnica perfecta, este magnífico ilustrador y pintor, presenta este año, de nuevo con la editorial Edelvives, Las aventuras de Tom Sawyer, tras el éxito de Genios (2018), Peter Pan (2019) y Ana la de Tejas Verdes (2020). La tinta entre tus dedos tuvo la oportunidad de hablar con él, en Málaga, en la Librería Luces, en un mañana llena de color.

– Antonio, ¿qué recuerdos de la infancia permanecen en tu memoria?

Tengo muchos recuerdos del mar. Nací en un humilde barrio de pescadores en Almería y mis mayores recuerdos huelen a sal.

– Un libro asociado a tu niñez.

¡Difícil elección! Pero me quedo con La historia interminable, de Michael Ende.

– En alguna entrevista, has comentado que te encanta provocar: «Los malos de las películas siempre me gustaban de pequeño. Les veía más personalidad e incluso belleza». No obstante, pese a que has reconocido que de niño eras muy bueno, en esta historia de Mark Twain hay muchas travesuras de Antonio con las que el lector se va a sentir cómplice. ¿Es este libro también un homenaje a tu infancia y a tu familia?

(Risas). Está lleno de aventuras y es muy difícil no sentirse identificado con el personaje. Aunque el libro está dedicado a mi hermano porque Tom Sawyer es un reflejo de su personalidad. ¡Siempre andaba inventando travesuras!

– ¿Cómo ha evolucionado tu estilo, desde Genios, hasta este nuevo clásico?

No me veo muy diferente en estilo, pero, con el paso de los años, he intentado salirme de mi zona de confort y he aprendido a tratar el entorno y los paisajes de manera diferente, como si fuera un personaje más.

– ¿Cómo te has documentado y qué te ha supuesto viajar a esa época de 1800, en la que se desarrollan Las aventuras de Tom Sawyer?

¡Ha sido todo un reto! El trabajo de documentación es súper importante. La ropa, los peinados, los paisajes… son de lo más difícil que uno se encuentra cuando se aborda un trabajo de este tipo.

– Sabemos que la pintura renacentista y barroca están en la base de tu trabajo. Sin duda, eres el Caravaggio de este siglo, pero tenemos la sensación de que todo lo que te rodea es fuente de inspiración para ti. ¿En tu vida cotidiana te imaginas siempre a las personas como posibles personajes?

Me encanta observar. Muchas veces mis personajes salen de la mezcla de muchas personas. Cuando voy en el metro observo miradas, comportamientos, formas que posiblemente me inspiren para crear algún personaje. Los sueños también son muy importantes en mi trabajo. En ocasiones, me despierto a escribir lo que he soñado para no se pierda en el olvido.

– Fiel a su estilo de seres con alma, en esta ocasión, Lorente ha tomado como base para crear a Tom la imagen del sobrino de una amiga. Y es que, a este artista que infunda vida, como la diosa Atenea, el aliento se lo proporcionan personas reales. Lo vimos en anteriores proyectos, como Peter Pan, donde Campanilla estaba inspirada en Cara Delevigne o en Ana la de Tejas Verdes, cuyo rostro era el de una niña, que Antonio vio un día desde su balcón. ¿Sientes esa necesidad de actualizar a los clásicos con tus imágenes?

Siempre intento poner alma a mis protagonistas; por eso, me inspiro en alguien para dibujarlos. Me parece una idea muy buena actualizar los clásicos con mi imaginario. Es todo un honor que los nuevos lectores conozcan estos grandes libros con mis ilustraciones.

– Y, de nuevo, son los ojos el elemento fundamental de tu pintura. Esas pupilas por donde se escapan el alma, la melancolía, la tristeza, la soledad… Miradas que nos hablan, que nos conmueven y que se clavan en nuestro corazón. ¿Qué ha representado para ti ilustrar este clásico de Mark Twain?

¡Qué bonito! Gracias, Marga y Nuria. Para mí ha supuesto un verdadero placer poder ilustrar esta obra. Creo que es de las más personales que he hecho hasta el momento, tan personal que me he retratado dentro del libro junto a mi padre y mi hermano.

– ¿Qué técnica has utilizado para recorrer esta aventura?

Es una mezcla de muchas técnicas, pero el resultado final es de pintura digital.

– ¿Podríamos decir que hay un lenguaje muy cinematográfico?

Por primera vez, he querido hacer un libro que recordase al cine. Ilustraciones secuencia con mucha inspiración del cine western y Tarantino.

– «Lo que más me atrae de Peter Pan es la pérdida de la inocencia» −has comentado en varias declaraciones. ¿Esa inocencia que se va perdiendo, o esa infancia no idealizada, aparece también aquí reflejada a través de tu universo cromático?

Totalmente; en Tom Sawyer tenemos una lectura parecida a la de Peter Pan. Al final no dejan de ser personajes que van perdiendo esa infancia conforme avanza la lectura. Hay un momento en el que dejas de ser un niño y esa inocencia tan bonita termina desapareciendo.

– La naturaleza juega un papel muy importante en tus ilustraciones; el paisaje de San Petersburg, esa ciudad ficticia en la ribera del río Misisipi, inspirada en el lugar donde creció su autor, es también protagonista, como Avonlea, en el relato anterior. ¿Qué colores predominan en el lienzo de tu tierra, Almería?

Los colores tierra, el amarillo y el reflejo plata del mar. Almería tiene una luz cegadora y eso da una paleta de colores muy interesante.

– La Ana Shirley exploradora, divertida, curiosa, inteligente, huérfana, diferente… tiene muchas similitudes con Tom. De hecho, Mark Twain dijo de ella, cuando Tom Sawyer ya nos había robado el corazón, que era «la protagonista más encantadora de toda la literatura, después de Alicia». Es maravilloso darse cuenta de que estos dos espíritus libres han determinado nuestra forma de ver la vida. Esta es la magia y el poder de la lectura. ¿El ilustrador es consciente de este enorme privilegio?

Cada día soy un poquito más consciente. Cuando se acercan los lectores a las firmas de mis libros y me cuentan lo felices que han sido creciendo con esos personajes, y que gracias a mí han regresado a su infancia… ¡Eso es un piropo precioso!

– En Las aventuras de Tom Sawyer hay una crítica amarga a esa sociedad que impone unos convencionalismos absurdos. Los personajes de Tom y de Huck no se sienten cómodos en ella e intentan escapar de esas reglas, buscando un mundo en el que puedan ser felices. ¿Cómo combinar en la educación estos dos factores?

Huck es un personaje que me fascinó en la obra de Mark Twain. ¡No me extraña que le dedicara tantas páginas! Es un alma libre. Tom no deja de ser un niño travieso que se adaptará a la sociedad como cualquier otro adulto.

– La obra, además de ser un canto a la amistad, es totalmente subversiva. Twain se burla, con su humor característico, de la Iglesia, del gobierno y de toda esa pedagogía moralizante o de adoctrinamiento que impera en los libros para niños, característicos de la época en la que le tocó vivir. Desde tu punto de vista, ¿qué nos sigue transmitiendo esta obra universal?

Es una obra transgresora. Me pasó algo parecido con Ana la de Tejas Verdes. Cuesta creer que ambas obras se escribieran hace tanto tiempo. Tienen una lectura contemporánea y no se diferencian mucho de los comportamientos de nuestra sociedad actual.

Agradecemos a Antonio Lorente y a la Editorial Edelvives su apuesta por los clásicos e invitamos a nuestros lectores a regresar a la infancia a través de las páginas de estas joyas ilustradas de la literatura universal y a descubrir el booktrailer de Las aventuras de Tom Sawyer.

Genios: El eco fantasma de sus voces. María Jesús Lorente Navarro (Autora). Antonio Lorente (Ilustrador). Editorial Edelvives. Madrid. 2018. 89 páginas.

Peter Pan. J.M. Barrie (Autor). Antonio Lorente (Ilustrador). Editorial Edelvives. Madrid. 2019. 300 páginas.

Ana la de Tejas Verdes. Lucy Maud Montgomery. (Autora). Antonio Lorente (Ilustrador). Editorial Edelvives. Madrid. 2020. 337 páginas.

Las aventuras de Tom Sawyer . Mark Twain. (Autor). Antonio Lorente (Ilustrador). Editorial Edelvives. Madrid. 2021. 289 páginas.