«El verdadero espíritu del deleite, de exaltación, el sentido de ser más grande que el hombre, puede ser encontrado tanto en matemática como en la poesía» (Bertrand Russell).

El profesor Ian Stewart, en su delicioso libro Locos por las matemáticas (2005) , nos propone un reto interesante: coloque una pegatina roja imaginaria en todos los objetos y momentos en los que las Matemáticas acompañan nuestro día a día. Así, un niño recién levantado debería ir colocándolas en su despertador, en las sábanas, en su cama, en la silla en la que dejó apoyada su ropa, en las losetas del suelo, en la ventana, en las cortinas, en la mesa en la que colocó el desayuno, en los platos y tazas que produjeron, en los recipientes que guardó en la nevera… y, por supuesto, al salir a la calle, en las casas, en las aceras, en las marquesinas del autobús, en las bicicletas, en las antenas de televisión…;por no hablar del teléfono móvil o del ordenador, de la tarjeta bancaria de su madre o del navegador del vehículo familiar. Al final de la jornada, mirar más allá de la apariencia, inventar laberintos para escapar de la realidad que nos circunda no ha sido más que un juego. Literatura, que acude a rescatarnos, cuando se trata de ejercitar esa capacidad de observación, de curiosidad y de conciencia matemática, innata en nosotros mismos. La narración, la imaginación, la argumentación… deben formar parte de las clases de matemáticas y, para ello, se necesita en las aulas que haya profesores que lean y que hagan leer.

El albaceteño, afincado en León, Jorge Castillo Jiménez es uno de esos docentes matemáticos, que nos invita, a través de sus escritos, a recorrer diversos mundos, para asomarnos a la esencia de la vida. Autor de numerosas publicaciones en las revistas Homo Velamine , Frontera o Impracabeza Magazine , no fue hasta el año 2015 cuando reunió una serie de relatos y poemas bajo el título de Cuentos I.A partir de ese momento, se dio cuenta de que en sus textos había un denominador común que, bajo diferentes perspectivas, englobaba la idea de mundo: desde el mundo interior, a las redes que tejemos con los demás, pasando por universos invisibles y tangibles , como el nacimiento o la despedida de los seres queridos, todos los géneros tienen cabida en Munditos I. Mundos asombrosos, con el que Jorge acaba de inaugurar una trilogía cósmica. Con él, hemos atravesado, una tarde de febrero, el espejo de Alicia para descubrir, en ese otro lado de la creación, una mirada matemática.

Las relaciones espaciales, la forma, el tamaño, la comparación e incluso el sistema numérico aparecen frecuentemente en poemas y cuentos de la Literatura infantil y juvenil. Pensemos, entre otros, en Los tres cerditos y el lobo , Los siete cabritillos , Blancanieves y los siete enanitos, 101 Dálmatas o Las tres mellizas . ¿ Las Matemáticas tienen mucho que ver con tu visión de la Literatura?

Mi inspiración a la hora de escribir no suele ser las Matemáticas ni la Literatura, sino la vida misma, aunque, sin duda, haber estudiado Matemáticas me marca. El «mazazo» que te dan, durante la carrera, no desaparece fácilmente. Por un lado, me ayudan a desarrollar mucho la imaginación ya abrir mi mente y, por otro, acercarme a la realidad con ánimo de ir a su esencia y tratar de describir esta de la forma más breve y acertada posible.

– « Esto de hacer cosas que todavía no han pasado no sé si es vivir o irse desviviendo a uno mismo ». Como Carroll, en tus Cuentos nos revela, una y otra vez, la arbitrariedad, incluso caótica, de la naturaleza del lenguaje. ¿ En un mundo de maravillas, todo es lógico dentro de lo absurdo?

No obstante, pero, creo que, precisamente ahí, en esa lógica, está parte de lo fascinante de la narrativa, sobre todo de los cuentos infantiles. Que de niños, y luego de adultos, nos resuman un mundo, que nos sentimos gigantescos y caóticos, en algo ordenado y coherente, donde el mal siempre es castigado y el bien premiado, además de entretenernos, (su principal función), nos sosiega y nos prepara para afrontar más positivamente los azares de la vida.

Y, con respecto a lo absurdo, siempre me ha parecido un juego muy estimulante y divertido con el que abordar la realidad. Lewis Carroll o el humor de los Hermanos Marx, sobre todo en mis inicios, han sido una gran inspiración.

– La diversidad de tu obra demuestra que son perfectamente compatibles la aventura literaria y la científica. ¿Cómo conjugar o jugar a pensar con letras y números?

Simplemente no olvidando que la vida, con todo lo que en ella cabe, es una sola y no está compartimentada. Esas separaciones son prácticas, pero artificiales.

– ¿ De dónde viene esa creencia de que ambas disciplinas están totalmente alejadas? ¿Qué implicaciones cree que tiene esta idea?

Desde pequeños, todos nos autoclasificamos como de Ciencias o de Letras; en la mayoría de los casos muy a la ligera, sin volver a plantearnos jamás esta cuestión. Con esa imagen de sí mismo se queda mucha gente, sin darse cuenta de que es una idea que empobrece en cuanto a apreciación y disfrute del mundo que nos rodea.

– Cambiar el aspecto árido de las Matemáticas por otro más humano no es una tarea fácil, pero, ¿por dónde deberíamos empezar?

Hay muchas maneras. La primera que se me ocurre es apelar a lo emocional del alumno, mostrarles los problemas matemáticos como entrenamientos para aprender a afrontar los problemas que, muchos de ellos, sin números, se encuentran en sus vidas. Sobreponerse al desasosiego, la incertidumbre o el miedo al fracaso, que les pueden provocar esos retos en el aula, aprender a no rehuirlos, aprender de ellos y tratar de superarlos es algo que encaja perfectamente con las Matemáticas.

Por otro lado, también ayuda el relacionarlas con la vida y con la realidad del alumnado, que sientan que estas tienen utilidad o que de verdad les enriquecen. Y, por último, tratar de darles un enfoque con imaginación y humor. En resumen, si se consigue que, al menos, intuyan que son buenas para ellos, ya se tiene mucho ganado.

– Desde tu experiencia docente, ¿qué falta y qué sobra en los currículos de Matemáticas ya qué aspecto didáctico cree que se le debería dar mayor énfasis?   

Sobra amplitud de temario y falta profundizar más en el mismo. En lugar de ver tanto, apresurada y superficialmente, deberíamos abordar los temas, enfocándolos más a la exploración, a verlos desde distintos puntos de vista, a encontrar relaciones de distintas ideas y tratar de expresarlas… Creo que así nuestros alumnos ganarían en razonamiento y en dos cosas fundamentales: comprensión lectora y expresión lingüística.

Munditos I. Mundos asombrosos es un libro que nos emociona y que nos lleva a reflexionar, a reír, a soñar… ¿Hay alguna fórmula secreta para trasladar el amor por la Literatura al alumnado?

Supongo que la verdad. Nuestro alumnado es muy inteligente y capta perfectamente cuando estamos tratando de contarles una «milonga». Por el contrario, si tu pasión es genuina y la deja ver, es probable que algo les llegue.

– ¿El humor nos ayuda a no tomarnos tan en serio los números?

Por supuesto, y los reveses de la vida y la muerte… El humor puede ser, además, un puente estupendo entre personas, que bajas las defensas interpuestas entre ellas para que mejoren su comunicación. En este caso, las posibles defensas de los alumnos frente a las Matemáticas.

– Para este primer volumen de Munditos contaste con el apoyo de uno de nuestros ilustradores más internacionales, Sergio Bleda. ¿Cómo fue esa colaboración?

Muy gratificante, la verdad. Sergio, además de tener mucho talento y de ser un gran profesional, conmigo ha sido muy flexible y paciente; me lo ha puesto muy fácil en todo momento, con sus sugerencias y consejos, y ha sido un proceso muy fluido. Y ya, más en lo personal, para mí es un sueño cumplido, porque yo admiraba la obra de Sergio desde mi adolescencia y, el ver mis ideas y mis personajes plasmados por él, para mí, es maravilloso.

– La versatilidad de Sergio queda patente en 33 Abuelas , Doll’s Killer , Yes we Camp! o El baile del vampiro- Ruina Montium , ambientado este último, en una buena parte en Las Médulas. Como admirador de su obra y del cómic, en general, ¿qué tienen de especial para ti sus historias de terror?

Más que el terror, género al que soy muy poco aficionado, lo que siempre me ha gustado de su trabajo ha sido, por un lado, la versatilidad que mencionáis, porque tiene trabajos muy variados y de alta calidad y, por otro, la agilidad y el dinamismo de sus historias y dibujos, que parece que están vivos, y que se podrían mover por el papel.

«Puede ser positivo, de ahora en adelante, adoptar el asombro y el misterio, comenzando por lo más íntimo de uno mismo, como un estímulo fascinante para enfocar y disfrutar de nuestra vida». ¿ Hacia dónde caminan los pasos de Jorge Castillo?

Paralelamente, seguir desarrollando la tercera parte de Munditos , que será una novela, y, por último, continuar explorando las posibilidades de la poesía, con la que continúo jugando y probando cosas nuevas.

Como señala Carl Weirstrass, «un matemático que no sea en cierto sentido un poeta, nunca será un matemático completo», refiriéndose a la obra del gran científico noruego Neils Abel. Más adelante, añade: «los mejores trabajos de Abel son poemas líricos, de una belleza sublime, en donde la perfección de la forma deja transparentar la profundidad del pensamiento, a la vez que llena la imaginación de cuadros de ensueño sacados de un mundo de ideas aparte, por encima de la trivialidad de la vida».

Gracias, Jorge, por abrirnos la puerta de esos Munditos donde los números, las propiedades, las relaciones, las probabilidades, las indefiniciones y las certezas constituyen la poesía de la vida.

– Ian Stewart. Locos por las matematicas . Editorial Crítica. Barcelona. 2005. 256 páginas.

– Jorge Castillo Jiménez. Cuentos I. Uno Editorial. Albacete. 2015. 152 páginas.

– Jorge Castillo Jiménez. Mundos I. Mundos asombrosos. Editorial Uno. Albacete. 2022. 164 páginas.

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